La aparición de una ENFERMEDAD crónica, neurodegenerativa, grave o avanzada producen CAMBIOS VITALES que impactan emocionalmente a las personas que la padecen y a sus familiares. El diagnóstico, los tratamientos, las hospitalizaciones, el dolor, la incertidumbre por el curso de la enfermedad, los cambios de rutinas y hábitos; son experiencias de ESTRÉS PSICOSOCIAL que pueden amenazar el equilibrio emocional y familiar.
Las personas diagnosticas con cáncer, ELA, alzhéimer y sus familiares, se enfrentan a diversos desafíos. Por un lado, deben sobrellevar el malestar emocional que la situación produce y a su vez enfrentar la enfermedad adaptándose a los cambios de vida y a la nueva situación.
El proceso de terapia ofrece un espacio de ESCUCHA, APOYO Y CONTENCION EMOCIONAL, que puede ayudar al paciente y su familiar a expresar emociones, sobrellevar los miedos y preocupaciones y a potenciar estrategias de afrontamiento que faciliten la adaptación y aceptación de la enfermedad. El acompañamiento psicológico durante el diagnostico, los tratamientos y en algunos casos fase paliativa y duelo, contribuyen a la comprensión, elaboración de la enfermedad, reduce la incertidumbre a lo desconocido y ayuda a que la persona se adapte a su circunstancia vital de la mejor forma posible.